El 30 de octubre de 2010 Miguel Hernández cumplirá 100 años. Esto de las conmemoraciones tiene sus trampas. La más peligrosa de todas es, quizá, que parezca que no haya existido un antes y, aún peor, no vaya a producirse un después de la conmemoración y todo lo termine llenando el olvido. Así será para muchos. Pero, al menos, en este "durante", algo recibirán del espíritu hernandiano.Para otros, he de incluirme, será muy distinto. Miguel Hernández estuvo, está y estará. Lo del centenario es puramente coyuntural. Aunque, por supuesto, nos uniremos a la fiesta de cumpleaños con entusiasmo. Hablaremos y leeremos sobre Miguel, le oiremos y veremos, nos uniremos a los múltiples homenajes... Y aprovechando el empuje de esa multitud de actos, recitales, publicaciones y estudios que se avecinan, utilizaremos la ocasión para ir dejando en esta bitácora, a partir de hoy, la palabra de Miguel durante estos meses. Si con ello se sube al carro algún nuevo lector, habrá merecido la pena. Y si no, también.
Para aquellos a los que el poeta de Orihuela aún les resulte alguien lejano, un buen inicio puede ser darse un paseo por la Fundación Cultural Miguel Hernández
